Las principales autoridades nacionales hicieron el «vacío» a la Virgen de Caacupé en su día propio, según se pudo observar en la mañana del 8 de diciembre, a tempranas horas, durante la misa central en la basílica de la capital espiritual del país.

A excepción del fiscal general del Estado, Emiliano Rolón; del gobernador de Cordillera, Denis Lichi, del intendente de Caacupé, Diego Riveros, las demás autoridades del país no participaron de la misa central en honor a la Virgen de Caacupé, patrona espiritual del Paraguay. La celebración Eucarística fue presidida por Monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de la diócesis de Caacupé.
Es habitual que las autoridades nacionales, presidente y vicepresidente de la República, senadores, diputados, magistrados, ministros, asistan a esta gran misa realizada a tempranas horas de cada 8 de diciembre de cada año.
Esta ausencia masiva de las autoridades nacionales quedó registrada en las sillas vacías que se observaron en el palco oficial, reservado para ellos por ser representantes de la sociedad y del pueblo.
La única ausencia justificada fue la del presidente de la República, Santiago Peña, quien se encuentra en París, Francia, adonde fue luego de participar de la cumbre del Mercosur que se realizó en Montevideo, Uruguay.
Para no dejar de participar de estas festividades religiosas, el presidente había adelantado su ida a la basílica de Caacupé, el pasado viernes 6 de diciembre, cuando el cardenal Adalberto Martínez, arzobispo de Asunción, presidió la misa de ese día.

En esa mañana, terminada la ceremonia religiosa, Peña fue escrachado por un joven de nombre José Fleitas, quien le reclamó a voz viva, pese al asedio de los miembros del escolta presidencial, que se está robando todo, el pueblo paraguayo sufre hambre y llora sangre y los hospitales carecen de insumos básicos y medicamentos esenciales.
En círculos políticos se especula que el presidente de la República adelantó su participación de estas festividades religiosas para no ser escrachado por una multitud de manifestantes, como se especulaba podía ocurrir el dia propio del 8 de diciembre.
Este temor a los escraches, que molestan de sobremanera a las autoridades de cualquier nivel, podría ser la explicación exacta de la ausencia masiva de las autoridades nacionales en la misa central en honor a la Virgen de Caacupé.
En la ocasión, Mons. Valenzuela criticó severamente el autoaumento de seis millones de guaraníes de los congresistas y otros montos no especificados de otras altas autoridades nacionales del país.