En el Día de la Amistad, Rufino Ramírez cumplió 102 años de vida. Asistió a la misa en el templo de la Virgen del Rosario de Luque, donde fue felicitado por Monseñor Enrique Meyer y la comunidad. Nacido y criado en Luque, recordó su infancia y su vínculo con la parroquia.
Este miércoles 30 de julio, en coincidencia con el Día de la Amistad en Paraguay, don Rufino Ramírez celebró su cumpleaños número 102. Lo hizo de la forma que él considera más significativa: asistiendo a la misa de las 19:00 en el templo de la Virgen del Rosario, en Luque, su ciudad natal. La celebración religiosa fue presidida por Monseñor Enrique Meyer, Cura Rector de la Parroquia, quien al término de la misa lo felicitó junto a los presentes.
“Cada año vengo a agradecer a la Virgen del Rosario, a festejar con ella mi cumpleaños. Hoy pasé sencillito nomás en casa, no hubo gran cosa”, comentó con serenidad don Rufino, vecino de la parroquia, quien vive apenas a una cuadra y media del templo, sobre la calle Rosario.

Con notable lucidez, compartió recuerdos de su infancia vinculados al templo, del cual se siente parte desde pequeño. “Yo desde niño colaboré en la construcción de este templo, cuando eso tenía 10 años, trayendo piedras desde la cantera; los alumnos nos íbamos desde la escuela para ese trabajo. Me acuerdo muy bien del pai García”, recordó, en alusión al recordado Monseñor Pantaleón García, fallecido en 1973, quien impulsó la edificación del colosal templo y es también considerado fundador del Sportivo Luqueño, club emblemático de la ciudad.
Padre de cinco hijos, don Rufino comentó que su longevidad se debe a una “vida bien vivida, como gente, y con buena alimentación”. Hace siete años perdió a su esposa, pero mantiene intacta su fe y su vínculo con la comunidad.
“Ko’a ore tupa’o hina”, expresó don Rufino, aludiendo al trabajo de la comunidad en la construcción del templo parroquial. “Yo soy nacido y malcriado en Luque”, expresó orgulloso, rodeado del cariño de sus familiares, vecinos y feligreses, quienes lo consideran un testimonio viviente de la historia luqueña.