Cansados de la inacción municipal, los residentes de la Fracción La Arboleda, en la compañía Cañada Garay de Luque, tomaron la iniciativa de reparar la deteriorada calle Gral. Díaz, que quedó en estado desastroso tras las tres últimas intensas lluvias. La comunidad se organizó para construir dos muros de contención y rellenar la vía con ripio, con un gasto de más de dos millones de guaraníes, demostrando una vez más la fuerza de la colaboración vecinal.
Amado Luis Benegas, uno de los vecinos involucrados en el proyecto, expresó la frustración de la comunidad ante la falta de apoyo de las autoridades locales. «Todo el tiempo se pide la ayuda, pero la Municipalidad de Luque no da ‘bola’ a la demanda de los vecinos», sentenció Benegas, subrayando que el esfuerzo es completamente autogestionado.
Los trabajos, que abarcan un tramo de aproximadamente 60 a 70 metros de la calle Gral. Díaz, implican la construcción de dos muros de contención de 25 metros cada uno. Según los vecinos, estos muros demostraron su efectividad en otras cuadras de la zona para contener materiales como piedra, escombros y ripio, evitando así futuros desmoronamientos.
La inversión para esta obra comunitaria asciende a varios millones de guaraníes, cubriendo la compra de materiales y el gasto en personal. Hasta el momento, adquirieron una carga de piedra bruta a Gs. 400.000, y tienen previsto comprar cuatro cargas de ripio y cuatro bolsas de cemento. Se estima un gasto superior a dos millones de guaraníes, incluyendo costo de mano de obra.
Calles intransitables y reclamo unánime
La situación de la calle Gral. Díaz no es un caso aislado. Numerosas calles vecinales en la zona de Cañada Garay se encuentran en condiciones deplorables después de las últimas tres precipitaciones. Los raudales provocaron derrumbes, dejando zanjas y cráteres que hacen que muchas de estas vías sean intransitables.
«La Municipalidad brilla por su ausencia», afirmaron los vecinos al unísono, evidenciando la desesperación ante la falta de respuesta gubernamental. Ante este panorama, la comunidad de La Arboleda se convirtió en un ejemplo de resiliencia y autoorganización, demostrando que, frente a la adversidad, la unión hace la fuerza.