Mimetizados entre la multitud y con total sigilo, un grupo de activistas sociales escrachó en la mañana de este martes 26 de agosto al presidente de la República, Santiago Peña, y al intendente local, Carlos Echeverría. La protesta se dio en rechazo a la construcción de una autopista elevada de 4 kilómetros que atravesará la ciudad y que, según los manifestantes, amenaza con desalojar a unas 300 familias que residen a lo largo de la vía del ferrocarril.
La voz principal del reclamo fue la concejala luqueña Belén Maldonado, quien en horas de la siesta encaró directamente al presidente Peña y al intendente Echeverría durante un acto oficial desarrollado en el polideportivo de la Cooperativa Multiactiva Luque Ltda. Allí, el mandatario encabezaba la entrega de beneficios sociales junto a sus ministros del área social, el vicepresidente Pedro Alliana y el jefe comunal luqueño.
De manera sorpresiva, la concejala pidió la palabra y denunció que el proyecto del viaducto está siendo manejado con total hermetismo. “La ciudadanía de Luque está preocupada por esta obra. No tenemos información porque este intendente —señalando a Echeverría— nos oculta los detalles. La Junta Municipal tampoco tiene acceso al proyecto. Por eso necesitamos que nos escuche, señor presidente”, manifestó Maldonado, visiblemente indignada.
La concejala también remarcó que “no todos los luqueños están conformes con esta autopista; hay vecinos profundamente preocupados e indignados”. Sin embargo, cuando proseguía con su intervención, un guardia presidencial le arrebató el micrófono, interrumpiendo sus palabras, mientras Peña tomó la palabra para responder.
El presidente, visiblemente incómodo, acusó a Maldonado de intentar hacer proselitismo político en pleno acto oficial. “Lastimosamente esta señorita quiere empañar el evento. Luque es el municipio que más obras públicas recibe en la historia del Paraguay, por valor de 300 millones de dólares, en beneficio de las familias luqueñas”, afirmó Peña.
Mientras el mandatario hablaba, los guardias de seguridad empujaron y sacaron del lugar a la concejala y a otros activistas sociales, ante la atenta mirada de la multitud presente. En su descargo, Peña sostuvo que está dispuesto a escuchar críticas, pero rechazó la intervención de Maldonado. “No voy a permitir que se intente engañar a la gente por un deseo político con miras al próximo año. Ya tendremos tiempo de enfrentarnos en las urnas, y el pueblo luqueño y centralino sabrá valorar el esfuerzo de este gobierno y de la administración municipal”, expresó el presidente.