Sportivo Luqueño atraviesa un momento crítico en el Torneo Clausura. Con la dura caída por 5-2 ante General Caballero de Juan León Mallorquín, el pasado viernes 19 de septiembre en el estadio Ka’arendy, el conjunto auriazul acumuló su cuarta derrota al hilo, encendiendo las alarmas tanto en lo deportivo como en lo anímico.
En las fechas anteriores, Luqueño ya había perdido contra Libertad (4-1), Olimpia (2-0) y Guaraní (3-2), alejándose de los primeros puestos del torneo y comprometiendo su posición en la tabla de promedios. Esto contrasta fuertemente con su arranque prometedor, cuando venció con autoridad a Tembetary (5-1) y a Ameliano (1-0).
En el compromiso ante General Caballero, los locales se impusieron con contundencia gracias a una sobresaliente actuación de Teodoro Arce, autor de un doblete, acompañado por los goles de Miller Mareco, Jorge González y Estifen Díaz. Pese a que Luqueño logró reaccionar parcialmente en el segundo tiempo —con goles de Marcelo Pérez, de cabeza tras un córner, y Lautaro Comas, desde el punto penal para el 2-2 parcial—, la esperanza se esfumó rápidamente.

Un equipo sin respuestas
Esta racha negativa comienza a pesar gravemente en el ánimo del plantel, además de evidenciar problemas estructurales y tácticos. Recibir cinco goles en un solo partido es una señal clara de las debilidades defensivas que aún no han sido corregidas.
La presión sobre el entrenador Julio César Cáceres va en aumento. El respaldo parece diluirse, mientras crecen las críticas de la afición y los medios hacia sus planteamientos, las decisiones durante los partidos y la preparación física del equipo.
Impacto en la tabla y el futuro
Aunque el descenso no es una amenaza inmediata, la tendencia actual aleja a Luqueño de la zona de tranquilidad en la tabla de promedios. Si no se revierte pronto esta situación, podría transformarse en un problema más profundo de cara al próximo campeonato.

¿Qué debe hacer Sportivo Luqueño para revertir la crisis?
1. Revisión táctica y mentalidad de juego: No basta con la intención. El equipo necesita recuperar solidez defensiva, concentración y orden. Evitar errores es clave para no regalar goles.
2. Recuperar la confianza del plantel: La gestión emocional será fundamental. Es indispensable recomponer la confianza interna para que los jugadores mantengan la motivación y el compromiso.
3. Ajustes urgentes en lo táctico: El cuerpo técnico debe explorar variantes defensivas, modificar la presión en el medio campo y utilizar mejor los cambios para aportar frescura, sobre todo en los segundos tiempos, donde el equipo suele apagarse.
4. Preparar un partido bisagra: El próximo encuentro será decisivo. Otra derrota podría agravar la crisis y poner en la mira tanto al cuerpo técnico como a la dirigencia encabezada por Hugo Rodríguez.
Lo que se viene es una prueba de fuego: Sportivo Luqueño será local en su próximo compromiso, aunque no en su estadio habitual. Debido a las obras en el Feliciano Cáceres, el conjunto auriazul recibirá a Cerro Porteño en el estadio Luis Salinas de Itauguá, el sábado 27 de septiembre, desde las 16:30.
El equipo necesita frenar la caída cuanto antes. La gran incógnita es: ¿llegará a tiempo la reacción o continuará el derrumbe?.