La ciudad de Limpio está consternada tras confirmarse la causa de muerte de una adolescente de 16 años, cuyo cuerpo fue hallado en un terreno baldío del barrio Isla Aranda. La autopsia realizada este miércoles determinó que la joven fue víctima de asfixia por estrangulación manual, con indicios de agresión previa con objeto contundente.
Desaparición y hallazgo
La adolescente fue vista por última vez el domingo 21 de septiembre, momento desde el cual su paradero permanecía desconocido. El hallazgo ocurrió por la tarde de ayer martes 23 de septiembre —alrededor de las 18:30— cuando una vecina alertó a la Policía sobre la presencia de una persona tendida en un predio baldío del barrio Isla Aranda. Al llegar los agentes de la Comisaría 9ª Central, constataron que se trataba del cuerpo sin vida de la menor, con signos visibles de violencia.
El cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial para que se realizara la autopsia correspondiente. En el sitio del hallazgo se reportó que la joven fue encontrada sin prendas en la parte inferior del cuerpo y con una campera puesta.
Antecedentes personales y situación de vulnerabilidad
Según las primeras averiguaciones policiales, la adolescente vivía en condiciones de vulnerabilidad. Residía con su hermano de 12 años, sin supervisión de un adulto, pues su madre está recluida en la Penitenciaría El Buen Pastor y su padre falleció hace algunos años. Se supo también que, al desarrollarse los hechos, la joven había estado viviendo bajo la custodia de una madrina en ocasiones anteriores.
Vecinos relataron que desde comienzos de año dejó de asistir a clases y que llevaba una vida andariega, incluso pese a su corta edad. El comisario José Acosta comentó que la joven habría sufrido hace poco una separación de noviazgo, lo que podría haber influido en su conducta y exposición al riesgo.
Resultados de la autopsia: estrangulamiento y señales de defensa
El médico forense Pablo Lemir, tras analizar el cuerpo, concluyó que la causa de muerte fue asfixia por estrangulación manual. Según Lemir, la hipótesis principal es que la víctima fue agredida con golpes contundentes —presumiblemente con la mano u otro objeto— y luego estrangulada.
El informe médico forense señala además la existencia de signos de defensa: marcas que indican que la joven intentó resistir la agresión sin éxito. También se documentaron golpes de puño, especialmente en la cabeza y el rostro, lo que sugiere que la agresión fue violenta y premeditada.
Aunque no se ha confirmado con certeza un presunto abuso sexual, se tomaron muestras de fluidos y tejidos para análisis complementarios. Lemir precisó que, hasta el momento, no se hallaron lesiones hemorrágicas agudas que confirmen acto sexual forzado, pero no descartó que el hecho pueda investigarse bajo esa línea una vez se obtengan los resultados de laboratorio.
Investigación, posibles líneas y responsabilidad institucional
El fiscal de la causa, Víctor Villaverde, anunció que el caso será investigado como un posible feminicidio, dadas las características del hallazgo y la violencia empleada, al tiempo de afirmar que cuenta con varias líneas de investigación.
Desde instancias policiales, los investigadores no descartan la posibilidad de que el cuerpo haya sido trasladado hasta el baldío tras el crimen en otro lugar. En tanto, los restos de la joven y las muestras recogidas serán sometidos a estudios con técnicas forenses especializadas para identificar huellas, rastros biológicos o indicios de agresión sexual. Familiares y organizaciones defensoras de derechos humanos han exigido celeridad en la investigación y una protección real para adolescentes en situación de riesgo, ante las fallas evidentes en los mecanismos de cuidado preventivo.