La ciudad de Luque recuerda hoy los 157 años de su estatus como Segunda Capital de la República del Paraguay, desde la tarde del 22 febrero hasta el mediodía del 8 de diciembre de 1868, en plena Guerra de la Triple Alianza, cuando la ciudad de Asunción fue declarada “Punto Militar” y la sede gubernativa tuvo que trasladarse de forma urgente a otro sitio del país.
Ante el recio avance de las fuerzas brasileñas, ocupando territorios nacionales paso a paso, era inminente la invasión de la capital del país, por lo que el vicepresidente del Paraguay en ese entonces, Francisco Sánchez, tuvo que decretar Asunción como “Punto Militar” el 22 de febrero de 1868, y al mismo tiempo ordenó la evacuación total de la ciudad.
Esa misma fecha se designa también a Luque como sede provisoria del gobierno del Paraguay, a través de una orden emitida por Don Vicente Valle, escribano de Gobierno y de Hacienda. Algunos de estos datos fueron extraídos del libro “La Odisea Luqueña”, autoría de Pedro Hugo Flor Dávalos (+).
Según los datos históricos, el bando para que el Partido de Luque sea sede de la capital de la República del Paraguay fue publicado a las 16:00 del 22 de febrero de 1868, y casi todas las familias asuncenas que aun poseían algunas alhajas y dinero metálico corrieron a depositarlas en la legación de Estados Unidos y en los consulados de Francia e Italia; otras optaron por enterrarlos en sus casas.
El Mariscal Francisco Solano López mandó trasladar todos sus muebles y valores junto con otros bultos que contenían el archivo nacional y varios objetos más, a través del tren. Como la orden de desalojar Asunción era de carácter imperativo, el plazo perentorio y sin medios de transporte, la población no pudo llevar sino apenas ropas y uno que otro utensilio de imprescindible uso. Antes de las 24 horas Asunción fue completamente desocupada.

Con esta orden, la población asuncena salía en fila india hacia el municipio de Luque. En todas las calles se veía un hormigueo de gentes que con grandes atados en la cabeza se dirigían hacia el camino de la Recoleta, rumbo a Luque, según alguna referencia histórica.
Tras arribar al Partido de Luque, la mayoría de la población de Asunción ocupaba fincas cercanas al área urbana, como las que posteriormente se convirtieron en plazas; otras con mayor suerte, fueron recibidas en casas de familias luqueñas o alquilaban viviendas.
También las autoridades nacionales y representantes de países extranjeros se trasladaron, inmediatamente, al Partido de Luque. Entre las autoridades que se instalaron y vivieron en Luque por un lapso de casi un año se encontraban el vicepresidente Sánchez, el mencionado Valle y el ministro de Guerra y Marina, Cnel. Caminos, además de los representantes diplomáticos de países extranjeros, a excepción del embajador norteamericano, Mr. Washburn, quien se quedó en Asunción.
Los familiares del Mariscal que vivieron en Luque fueron: Juana P. Carrillo (madre), Inocencia y Rafaela (hijas) y Madame Alicia Linch (esposa), además de la recordada Panchita Garmendia.
Entre los evacuados también estaban comerciantes ricos, políticos, extranjeros, conspiradores, las gloriosas Residentas y humildes capitalinos.
Con el arribo de los evacuados y de las autoridades gubernamentales, entre febrero y marzo de 1868, tiempo en que Luque se convirtió en la capital del país, el pueblo de Luque empezó a tener un “movimiento tremendo; se llenaron de gente los espacios disponibles, como la finca que hoy constituye las dos plazas de la ciudad, Mcal. López y Gral. E. Aquino; el patio de la misma Iglesia de la Virgen del Rosario, y el predio que actualmente es la sede de la seccional 2”, indicó el Lic. Martín Ocampos, investigador de historias y personajes locales.
Así el entonces Partido de Luque pasó de un “pueblo calmado, silencioso, a la necesidad de adaptarse a la circunstancia generada por la confrontación bélica y a los cambios que representaba la presencia de los evacuados de Asunción y de otras localidades”, puntualizó Ocampos.