Un joven de Hugua Seda del municipio de Luque, departamento Central del Paraguay, se escapó esta madrugada (21/02) de su cautiverio donde fue torturado y herido 14 veces con arma blanca y arma de fuego, y murió a pocas cuadras del lugar cuando pedía auxilio frente a una casa de la zona.
Detrás del crimen estaría la comercialización de drogas al menudeo, según datos preliminares de la policía de Central, ya que la víctima habría comentado algo al respecto y en el día de ayer (20/02) se habría producido un allanamiento en el barrio para combatir este ilícito.
Con ayuda de videos de cámaras del circuito cerrado de la zona y siguiendo los rastros de la mancha de sangre de la víctima, la policía logró ubicar la casa donde el joven habría estado en cautiverio, San Carlos casi Los Pinos. Según el informe policial, están arrestadas por el momento dos personas, Rossana Zárate y Gregorio Díaz, propietarios de la vivienda donde se habría producido el hecho. Ambos fueron trasladados al Departamento de Investigación de Delitos en Asunción.
De acuerdo a la publicación de la prensa capitalina (Ultima Hora), tres hijos de esta pareja, quienes no estaban en su casa en el momento de la intervención judicial-policial, son sospechosos del hecho denunciado. Sin embargo, los progenitores proporcionan datos a los investigadores a cuentas gotas, demostrando una actitud supinamente cerrada, según se informó.
La víctima es Eloy Alejandro Zárate, 21 años, domiciliado en 3 de Mayo de Luque; recibió múltiples heridas de arma blanca, arma de fuego y severos apremios físicos, estando atado por las manos con alambre de púa.
Datos preliminares indican que la víctima habría estado en la mencionada vivienda en estado de cautiverio, de donde logró escapar, pero murió en el momento en que clamaba auxilio frente a una casa de la zona, Gral. Díaz y Última, según deja ver un video al cual accedió Luque al Día. “Él venía (corriendo) haciendo movimiento como para deshacer el nudo que tenía entre las muñecas, se posó por la pared de una casa, se posó en cuclillas, se recostó y ahí queda (sin vida)”, describió un lugareño.
La fiscalía determinó, con aporte de Criminalística y el médico forense, que el cuerpo del fallecido tiene dos orificios de entrada y salida de arma de fuego, uno en la espalda con orificio de salida a la altura de la tetilla lado izquierdo, y otro en la zona lumbar con orificio de salida en el abdomen. El cuerpo de la víctima también tiene un pedazo de alambre liso tipo trinca de 60 centímetros aproximadamente, atado por la muñeca de la mano izquierda.
Los familiares vinieron a reconocer y se encontraron con una situación bastante fuerte, muchos entraron en shock y se les tuvo que retirar y algunos fueron llevados al hospital. A la mamá se le subió la presión, según la información recogida en el lugar.
En la vivienda que fue intervenida, donde se habría producido el atroz hecho, la policía recogió “resto de alambre tipo trinca con pigmento adherido de color rojo, tres cartuchos percutidos calibre 9 mm, un plomo desnudo, una caja porta pistola que en su interior contenía dos proveedores para pistola calibre 9 mm y artículos de limpieza para arma de fuego; una mochila color azul que contenía clavos de fabricación tipo ‘miguelito’, una balanza portátil de precisión y varios charcos de manchas presumiblemente de sangre”.