Durante una jornada informativa realizada este miércoles 3 de septiembre en la Municipalidad de Areguá, representantes del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) presentaron detalles del Proyecto de ampliación de la Ruta PY02, que incluye la construcción de una autopista elevada sobre la ciudad de Luque y su conexión con la autopista Silvio Pettirossi y la ruta Ñu Guasu. Durante la jornada se conoció que el proyecto afectará a 400 frutilleros y literalmente partirá en dos el predio del club Tapaicuá, centenario club de la Liga Aregueña de Fútbol (LAF).
La iniciativa, que busca mejorar los accesos y salidas del Gran Asunción, fue defendida por los técnicos como una obra de gran envergadura que reducirá tiempos de viaje, consumo de combustible y emisiones contaminantes, además de incrementar la seguridad vial y valorizar las propiedades de la zona.
Sin embargo, el encuentro puso en evidencia dos impactos sociales directos y alarmantes: la obra contempla la eliminación de los puestos de venta de unos 400 frutilleros de Estanzuela, quienes viven de la producción tradicional de frutilla en chacras familiares, y al mismo tiempo partirá en dos el predio del club Tapaicuá, institución deportiva con más de cien años de historia en Areguá.
Ambos casos despertaron fuerte preocupación entre los participantes, que consideran que se atenta contra la identidad, la economía y el patrimonio cultural de la ciudad.

Otras afectaciones
Además, el trazado afectaría a zonas de humedales y a cerca de 100 viviendas en Areguá, mientras que en Luque pondría en riesgo alrededor de 300 familias y eliminaría la ciclovía Valois Rivarola, espacio de recreación de gran valor comunitario. Dirigentes vecinales de Luque también alertaron que la autopista elevada podría dañar gravemente la economía del centro de la ciudad al convertirla en una zona de simple paso.
El dirigente Pedro Flores denunció que el proyecto se impulsa “a tambor batiente” para favorecer a la empresa de un senador, presuntamente Luis Pettengill, en detrimento de las ciudades afectadas.
Población en alerta
Los pobladores de Areguá y Luque reiteraron que no se oponen al desarrollo ni a la modernización de la infraestructura, pero rechazaron que esto se realice a costa de sus viviendas, de los puestos de trabajo de los frutilleros y del patrimonio comunitario.
Anunciaron que continuarán en movilización permanente para exigir al MOPC una revisión del trazado y alternativas que eviten la pérdida de fuentes de ingreso y espacios históricos de la comunidad.