El obispo emérito de Misiones, Mario Melanio Medina, en entrevistas concedidas a Luque al Día y al programa Acción Ciudadana por radio Eco Digital, en la mañana de este sábado 16 de agosto, lanzó duras críticas al avance del narcotráfico en Paraguay, la marginación de indígenas y campesinos, la degradación de la política y la falta de cultura cívica de la ciudadanía. También recordó la muerte de Monseñor Ramón Bogarín Argaña en plena represión stronista.
El obispo emérito de Misiones, Mario Melanio Medina, aseguró que “el narcotráfico ya ganó una gran batalla en Paraguay”, al denunciar que no solo está instalado en las principales ciudades, sino también dentro del propio gobierno y el Parlamento.
En diálogo con Luque al Día, el religioso sostuvo que en el Parlamento paraguayo existen vínculos con el narcotráfico, enfatizando además que el presidente del Partido Colorado, Horacio Cartes, fue acusado de «significativamente corrupto» por los Estados Unidos, pero en Paraguay «nadie habla de eso”, lamentó.
Amenazas contra sacerdotes
Medina también recordó episodios en que sacerdotes fueron amedrentados por denunciar al narcotráfico, como el caso del padre italiano Moreti, de Capitán Bado, quien recibió un mensaje intimidatorio en su propia casa tras predicar contra los problemas del narcotráfico. El mensaje era lo siguiente, según Medina: «Padre, si quiere seguir viviendo, cállate”.
En relación a este flagelo, Medina reveló textualmente lo que le había dicho otro sacerdote que estuvo trabajando en Pedro Juan Caballero: “Ahí es un lugar donde mana leche y miel, hay abundancia, pero no hay que hablar del narcotráfico”. Esto quiere decir, según el análisis de Medina, que “el narcotráfico ya ganó -probablemente no la guerra- pero sí una verdadera batalla en Paraguay, teniendo en cuenta que incluso dentro de la Iglesia la gente no quiere hablar de este problema”.

Recuerdo de Monseñor Bogarín Argaña
En otro momento, el obispo emérito rememoró la figura de Monseñor Ramón Bogarín Argaña, fallecido en 1976. Relató que fue trasladado a Misiones por su cercanía con jóvenes y trabajadores en la lucha contra la dictadura stronista. Medina recordó que este prelado murió de un paro cardiaco y descartó que haya sido envenado. “Fue un gran luchador tanto en Asunción como en tiempos de la represión contra las Ligas Agrarias en Misiones”, expresó.
Indígenas y campesinos olvidados
Sobre la situación social, el prelado calificó de “vergonzoso” que los pueblos originarios se vean obligados a pedir limosna en las calles. Recordó que representan apenas el 3% de la población, pero son desplazados de sus tierras y carecen de políticas de apoyo efectivas. “El INDI y el INDERT tienen presupuesto en los papeles, pero los fondos no se liberan”, lamentó.
En el programa Acción Ciudadana de radio Eco Digital, conducido por Mario Parra y Braulio Martínez, fue más tajante: “Este gobierno se ha olvidado absolutamente de los pobres, ni siquiera sabe cuál es el problema, porque sus personeros no ven ni sienten la realidad”.
Crítica a la política y a la democracia
En el citado programa, Medina cuestionó fuertemente a la clase política: “La política se desvirtúa totalmente, en vez de ser gestión para el bien común, es gestión para enriquecerse”. Citó incluso palabras del presidente Santiago Peña, quien afirmó que para conseguir trabajo basta con ser colorado.
Consultado sobre cómo superar la crisis política, mencionó dos caminos: un golpe de Estado —como el de 1989 que derrocó a Stroessner— o las elecciones democráticas. Sin embargo, se mostró pesimista: “Ninguna de las dos vías está a nuestro alcance, porque la gente no tiene conciencia sociopolítica ni hábito ciudadano”.
Denunció que la pobreza es utilizada como herramienta de manipulación electoral, relatando casos en que familias venden sus votos por pequeñas sumas de dinero: “El ideal de nuestra gente es comer un poco y tomar cerveza, no mandar a los hijos a la universidad”. Finalmente, se refirió a la oposición política, a la que acusó de claudicar frente al poder económico: “Se venden todos por la plata, ya sean liberales, febreristas o independientes, y el que compra es el cartismo”.