La Escuela Básica N° 5574 y el Centro Educativo SOS Hermann Gmeiner, ubicados a lado del complejo incendiado el domingo, cerraron sus puertas este lunes como medida de precaución ante la densa humareda que aún invade la zona. La decisión fue tomada por directivos, docentes y padres para resguardar la salud de los más de 1.100 alumnos.
Tras el voraz incendio que arrasó siete depósitos en el Parque Industrial Nuestra Señora de la Asunción (NSA), ubicado en el barrio Macaí de Luque, la Escuela Básica N° 5574 y el Centro Educativo SOS Privado Subvencionado Hermann Gmeiner suspendieron sus clases este lunes 4 de agosto debido al fuerte humo y mal olor que continúan afectando la zona.
Ambas instituciones comparten un predio lindante al complejo siniestrado. La decisión de suspender las actividades fue confirmada por el director, Lic. Pablo Rojas, quien explicó que la medida fue consensuada el domingo por la tarde durante una reunión presencial con padres, docentes y directores. “Por precaución de la salud de niños, jóvenes y adultos, hemos decidido no desarrollar clases. El humo es impresionantemente fuerte, el olor también”, manifestó Rojas.

Durante la jornada de este lunes, las aulas permanecieron vacías y las puertas de la institución cerradas al público. Según el director, el humo invadió los salones y el aire es irrespirable: “No podemos abrir las ventanas ni las puertas”.
Se prevé que este lunes al atardecer se realice una nueva reunión para definir si mañana martes 5 de agosto se reanudan las clases o continúa el cese preventivo. Un comité de riesgo se encuentra evaluando las condiciones del entorno para tomar una decisión segura.
En la institución estudian unos 1.100 alumnos, de los cuales 900 pertenecen al nivel primario (de jardín a noveno grado) y 200 al nivel secundario, en las modalidades de Bachillerato Científico, Ciencias Sociales y Administración de Negocios.
El incendio se desató el domingo 3 de agosto a las 07:00 en el bloque E del parque industrial NSA, donde funcionaban depósitos de siete empresas. El fuego consumió productos altamente inflamables, entre ellos papas fritas y medicamentos, y solo pudo ser controlado alrededor de las 22:00, tras un arduo operativo de los Bomberos Voluntarios.
Este lunes en horas de la mañana se reactivaron pequeñas llamas, que fueron controladas rápidamente. Sin embargo, el humo y el mal olor persisten en la zona, afectando no solo a vecinos y trabajadores del área, sino también a estudiantes de otras instituciones cercanas, incluida una universidad privada.
De acuerdo con fuentes bomberiles, el proceso de enfriamiento continuará al menos por dos días más, durante los cuales podrían mantenerse algunos focos activos y la humareda que afecta la calidad del aire en los alrededores.