La Parroquia Santuario Nuestra Señora del Rosario de Luque celebró con solemnidad la festividad de Corpus Christi, con una misa presidida por Monseñor Enrique Meyer, una emotiva procesión del Santísimo y una alfombra artística elaborada por los feligreses.
La comunidad católica de la ciudad de Luque vivió este domingo 22 de junio una jornada de profunda devoción con la celebración de la solemnidad de Corpus Christi, organizada por la Parroquia Santuario Nuestra Señora del Rosario.
La festividad se inició con una misa central presidida por Monseñor Enrique Meyer, Cura Rector del Santuario, celebrada en el interior del templo parroquial. La entrada principal estuvo adornada con una alfombra confeccionada especialmente para la ocasión, con alegorías de Jesús y la Eucaristía, elaborada por los movimientos y grupos parroquiales de la ciudad.
Durante su homilía, Monseñor Meyer reflexionó sobre la institución de la Eucaristía en la Última Cena. “Tomen y coman todo de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado en sacrificio por ustedes en la cruz”, recordó, citando las palabras de Jesús, al tiempo de explicar que cada misa es el memorial vivo del sacrificio redentor de Cristo.

“La Eucaristía es el sacramento donde Jesús se hace presente en cuerpo, sangre, alma y divinidad. Es nuestra fuerza espiritual, el camino hacia la salvación. Ojalá lo valoremos cada vez más y nos identifiquemos plenamente con Él”, exhortó el sacerdote, invitando a los fieles a renovar su compromiso como discípulos del Señor.
Finalizada la misa, se realizó la solemne procesión del Cuerpo y Sangre de Cristo por las calles adyacentes al templo: Rosario, Cerro Corá, Fulgencio Yegros e Iturbe. A lo largo del recorrido, se realizaron cuatro paradas donde la comunidad meditó textos del Evangelio y rezó el Padre Nuestro. Cada estación fue ornamentada con flores, manteles blancos y mesas para acoger al Santísimo.
La procesión, animada por cantos del coro parroquial, contó con una masiva participación de fieles, incluyendo agentes pastorales de las capillas que integran las cuatro zonas de la parroquia: Inmaculada Concepción, La Encarnación, Virgen del Rosario de Bella Vista, San Juan del Primer Barrio, San Juan de Ika’a, San Antonio de Cañada Garay, San Juan Bautista del barrio La Amistad, Macái, entre otras.
Al retornar al templo, Monseñor Meyer impartió la bendición final con el Santísimo en alto, ante una multitud que respondió con fe, recogimiento y emoción, cerrando así una jornada donde la espiritualidad, la tradición y el arte popular se unieron en homenaje a Jesús Eucaristía.