En un emotivo espectáculo cultural realizado en la plaza Mariscal López, la ciudadanía luqueña revivió el legado ancestral del Tape Aviru, con música, danza y narrativa escénica. El evento conmemoró los 500 años del descubrimiento del Paraguay y el 104 aniversario del Sportivo Luqueño.
La ciudad de Luque se convirtió en escenario de un viaje a través del tiempo este jueves 1 de mayo, con la presentación de la revista musical TAPE AVIRU: “El camino ancestral”, un espectáculo de gran nivel artístico que reunió a unas 50 figuras de la danza, la música y el teatro en la plaza Mariscal López.
El evento se desarrolló en el marco de la conmemoración de los 500 años del descubrimiento del Paraguay por el navegante Alejo García, ocurrido en 1524, y en adhesión al 104 aniversario del club Sportivo Luqueño. Desde las 19:00 hasta las 22:00, cientos de ciudadanos, de todas las edades, disfrutaron de una puesta en escena que fusionó historia, identidad y arte.

El espectáculo arrancó con la vibrante entrada de la batucada del Colegio Nacional de Luque y del elenco artístico Tape Aviru. A partir de allí, el público fue llevado por un recorrido sensorial que combinó danza, cine, música y narrativa escénica, reviviendo el Tape Aviru o peabiru, uno de los caminos más antiguos de Sudamérica y antecesor de la actual ruta bioceánica. Este sendero ancestral unió pueblos, culturas y conocimientos, y ahora busca ser redescubierto como símbolo de integración y memoria viva.

Participaron del show reconocidas agrupaciones como Las Paraguayas, Herencias del Paraguay y Fussion Dance, además de artistas locales y destacados investigadores internacionales. La organización estuvo a cargo del núcleo Tape Aviru Paraguay y el Ecosistema Dakila, con el valioso apoyo de la Municipalidad de Luque.
Más allá del espectáculo, la actividad buscó fortalecer los lazos culturales entre Paraguay y Brasil, y revalorizar un legado que, aunque antiguo, sigue latiendo con fuerza en el corazón de nuestra tierra.
A nivel local, participaron el Ballet Municipal de Luque y el Conservatorio Municipal de Música de la ciudad, bajo la dirección de Edgar Ciro González, con jóvenes arpistas que interpretaron obras del recordado Digno García. El guion de la narrativa escénica fue obra del profesor Carlos Julián González.
