Durante estos primeros días de diciembre, empezaron a moverse las ventas de los pesebres en Areguá, capital del departamento Central. En el paseo central habilitado por la Municipalidad de la ciudad y la Gobernación, sobre la avenida Mcal. Estigarribia, los precios varían entre montos mínimos y altos.
Diminutos pesebres se ofrecen a partir de 40.000 y 70.000 guaraníes, pero la mayoría cuestan desde 120.000 y 200.000 guaraníes, hasta 300.000, 500.000 y 800.000 guaraníes, y algunos más grandes tienen costos más elevados, pero que lucen e impactan a la vista.

Una artesana estaba en tratativas para vender un pesebre que cuesta 3.500.000 guaraníes. En tanto, una comerciante, junto a su sobrino artesano, cerró el trato con un comprador de un pesebre grande,

gigantesco, de 17 piezas, al precio de seis millones de guaraníes, según dijo a este medio de prensa en el momento en que estaban alzando las piezas gigantes al camión del comprador.
En el paseo de los pesebres, sobre la avenida Mcal. Estigarribia hasta la calle Mariscal López, están más de 125 expositores, entre artesanos de pura cepa (de cuna) y pequeños comerciantes, a la espera de los clientes de Asunción, Luque, Mariano Roque Alonso, Limpio, Fernando de la Mora y San Lorenzo. En estos días, estos atractivos navideños ya empiezan a reflejar el nacimiento del Niño Jesús, rodeado de Santa María y San José, los ángeles y pastores, junto a los animales de corral, como las ovejas, vacas, burros y camellos.
Dependiendo del tamaño, entre los precios que resaltan están: 70.000, 120.000, 200.000, 250.000, 300.000, 500.000 y 600.000, 800.000, 1.500.000, 3.600.000 y hasta algunos de 6.000.000 de guaraníes.
Los pesebres de tamaño chico y mediano son destinados para la casa y los de tamaño gigante para las quintas o fincas pertenecientes a familias más adineradas, según datos recogidos en el lugar.
Procedentes de barrios cercanos de Areguá, los expositores -en su mayoría artesanos- esperan hacerse de cierta cantidad de dinero con la venta de sus pesebres, a fin de pasar bien en familia la fiesta de Navidad y la del Año Nuevo.

El proceso de elaboración de los productos de cerámica, entre ellos los pesebres, es bastante largo y costoso, indicó Nora Delvalle, artesana desde que nació en el barrio Las Mercedes de Areguá.
Lo primero es conseguir el ñaihú (lodo negro) y el caolín (lodo blanco), mezclar bien ambos materiales por medio del agua y luego se deja reposar en un estanque; posteriormente se seca hasta tener la textura adecuada para colocar en los moldes, dependiendo de la figura que se quiera hacer; finalmente se mete al horno para su cocción, se saca después de un buen tiempo para enfriar, luego se pinta con los colores que se prefiera, explicó Delvalle.
La exposición de pesebres arrancó el pasado 23 de noviembre y se cerrará el 23 de diciembre próximo.
Los artesanos indicaron que hace poco, el pasado 26 de noviembre, sufrieron perdidas importantes, porque el raudal de la lluvia de ese día arrastró y rompió muchos de sus productos.